Las causas del bruxismo, una actividad anormal de los músculos de la masticación, tienen "bastante" que ver con procesos como el manejo del estrés y esta alteración es más frecuente en mujeres jóvenes, ya que disponen de una articulación "más laxa", según ha asegurado el especialista en cirugía oral y maxilofacial, el doctor Jorge Calvo de Mora.
En una entrevista concedida a Europa Press, este experto ha indicado que esta parafunción, que se produce de forma inconsciente y suele darse de noche, tiene un origen "multifactorial", en el que intervienen factores anatómicos y fisiopatológicos y "no tiene cura".
"No se puede luchar contra el hecho de que alguien apriete los dientes, voluntaria o involuntariamente, pero sí se pueden evitar las consecuencias perniciosas de este hábito a través de la denominada férula oclusal", ha indicado el doctor Calvo de Mora.
Así, ha explicado que este aparato de descarga, que se fabrica con distinto grosor según la persona, funciona colocándolo dentro de la boca para que el paciente, al "rechinar los dientes", descargue la fuerza sobre este instrumento y se evite "el desgaste provocado por la presión de diente contra diente, así como el consiguiente dolor en la articulación".
"La férula disminuye la sintomatología. Su papel, más que un auténtico tratamiento de la causa, soluciona las repercusiones que esa parafunción tiene", ha matizado. No obstante y como métodos de prevención, ha apostado por no comer chicle "permanentemente", evitar masticar cosas duras y abrir mucho la boca, entre otros.
SÍNTOMAS Y SIGNOS
El hábito de rechinar los dientes produce un "aparente" desgaste dental y, en casos extremos, fracturas de las piezas. Los síntomas y signos pueden dividirse en dentarios, neuromusculares --con fatiga muscular e hipertrofia maseterina-- y articulares, con dolores y ruidos de las articulaciones.
El dolor es el síntoma por el que los pacientes suelen acudir a la consulta. Normalmente es agudo y afecta a la articulación o los músculos de la masticación y puede irradiarse hacia la cara y el cuello. Además, es frecuente el trauma oclusal, que se produce por un contacto anómalo sobre la superficie de un diente.
"El desgaste dental acentuado en el bruxismo produce la pérdida de esmalte y la exposición de dentina al medio exterior. Estímulos mecánicos como el cepillado dental o térmicos (frío o caliente) desencadenan en estas situaciones la respuesta del dolor", ha concluido el doctor Calvo de Mora.
En una entrevista concedida a Europa Press, este experto ha indicado que esta parafunción, que se produce de forma inconsciente y suele darse de noche, tiene un origen "multifactorial", en el que intervienen factores anatómicos y fisiopatológicos y "no tiene cura".
"No se puede luchar contra el hecho de que alguien apriete los dientes, voluntaria o involuntariamente, pero sí se pueden evitar las consecuencias perniciosas de este hábito a través de la denominada férula oclusal", ha indicado el doctor Calvo de Mora.
Así, ha explicado que este aparato de descarga, que se fabrica con distinto grosor según la persona, funciona colocándolo dentro de la boca para que el paciente, al "rechinar los dientes", descargue la fuerza sobre este instrumento y se evite "el desgaste provocado por la presión de diente contra diente, así como el consiguiente dolor en la articulación".
"La férula disminuye la sintomatología. Su papel, más que un auténtico tratamiento de la causa, soluciona las repercusiones que esa parafunción tiene", ha matizado. No obstante y como métodos de prevención, ha apostado por no comer chicle "permanentemente", evitar masticar cosas duras y abrir mucho la boca, entre otros.
SÍNTOMAS Y SIGNOS
El hábito de rechinar los dientes produce un "aparente" desgaste dental y, en casos extremos, fracturas de las piezas. Los síntomas y signos pueden dividirse en dentarios, neuromusculares --con fatiga muscular e hipertrofia maseterina-- y articulares, con dolores y ruidos de las articulaciones.
El dolor es el síntoma por el que los pacientes suelen acudir a la consulta. Normalmente es agudo y afecta a la articulación o los músculos de la masticación y puede irradiarse hacia la cara y el cuello. Además, es frecuente el trauma oclusal, que se produce por un contacto anómalo sobre la superficie de un diente.
"El desgaste dental acentuado en el bruxismo produce la pérdida de esmalte y la exposición de dentina al medio exterior. Estímulos mecánicos como el cepillado dental o térmicos (frío o caliente) desencadenan en estas situaciones la respuesta del dolor", ha concluido el doctor Calvo de Mora.
Fuente: EuropaPress.es