24 may 2023

Los cuidados después de una endodoncia

La endodoncia o tratamiento de conducto es un procedimiento odontológico que consiste en eliminar el tejido pulpar dañado o infectado del interior de un diente y rellenar el espacio con materiales especiales que sellan los conductos. De esta forma, se logra conservar la pieza dentaria y evitar su extracción.

La endodoncia se realiza cuando la pulpa, que es la parte blanda del diente donde se encuentran los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas, está inflamada, necrótica o infectada por causas como caries profundas, traumatismos, empastes defectuosos o enfermedades periodontales.

Los síntomas que indican la necesidad de una endodoncia pueden ser:

  • Sensibilidad al frío y al calor.
  • Dolor constante, intermitente, pulsátil o al masticar.
  • Molestias para ocluir.
  • Cambio de color del diente.
  • Aparición de un absceso o fístula.
  • Hinchazón en la zona.

El tratamiento de conducto se realiza en una o más sesiones, dependiendo de las características del caso. Se aplica anestesia local para evitar el dolor y se accede al interior del diente mediante una pequeña apertura en la corona. Luego se limpia y desinfecta el espacio pulpar y se rellena con un material biocompatible llamado gutapercha. Finalmente, se restaura el diente con una obturación provisional o definitiva, según el caso.

Cuidados antes de la endodoncia

Antes de someterse a una endodoncia, es conveniente seguir algunas recomendaciones para prepararse para el tratamiento y reducir la ansiedad:

  • Dormir suficiente la noche previa al tratamiento. El descanso ayuda a estar más relajado y a tolerar mejor el procedimiento.
  • Comer antes de la endodoncia. Es aconsejable ingerir algún alimento antes del tratamiento, ya que después la boca estará anestesiada y entumecida, lo que dificultará la masticación.
  • Seguir las indicaciones del odontólogo. Es importante seguir las pautas que el profesional indique sobre el uso de medicamentos, antibióticos o enjuagues previos al tratamiento.

Cuidados después de la endodoncia

Después de realizarse una endodoncia, es necesario tener algunos cuidados para facilitar la recuperación del diente y evitar complicaciones. Estos son algunos consejos a seguir:

  • Esperar a que termine el efecto de la anestesia para empezar a masticar. Así se evita morderse accidentalmente la lengua o las mejillas.
  • No masticar alimentos duros durante el tiempo que transcurra entre la endodoncia y la reconstrucción final del diente. De este modo se protege el diente de posibles fracturas indeseadas.
  • Cuidado con el hilo dentalSe debe pasar con suavidad entre la reconstrucción provisional (si la hubiese) y el diente adyacente, para no provocar el deterioro o la caída de la zona reconstruida.
  • Medicación analgésica-antiinflamatoria. Se puede tomar algún analgésico como paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor o la inflamación que pueda aparecer después del tratamiento.
  • Mantener una buena higiene dentalSe debe cepillar los dientes después de cada comida y usar enjuague bucal para mantener el área limpia y evitar infecciones.
  • Consultar al odontólogo ante cualquier duda o complicación. Si se experimenta dolor intenso de varios días de duración, inflamación visible dentro o fuera de la boca, sangrado, fiebre o reacción alérgica a algún medicamento, se debe contactar con el profesional que realizó la endodoncia para valorar la evolución del tratamiento realizado .

Conclusión

La endodoncia es un tratamiento que permite conservar los dientes dañados o infectados, evitando su extracción y las consecuencias que esta conlleva. Para que el resultado sea exitoso, es importante seguir los cuidados antes y después de la endodoncia que el odontólogo indique. Así se logra una mejor recuperación y se previenen las posibles complicaciones.

Fuentes de información:

: Los cuidados después de una endodoncia - CLINICA DENTAL COLMENERO : ¿Qué cuidados se deben tener después de una endodoncia? - Mejor con Salud : Cuidados antes y después de una endodoncia: Qué debemos hacer - Adeslas Dental : Cuidados básicos antes y después de una endodoncia : ¿Y después de una endodoncia qué? | Propdent

 

11 may 2023

Tratamiento de las fracturas de mandíbula por traumatismo facial

Las fracturas de mandíbula son las lesiones óseas más frecuentes de la región facial, representando el 60% del total de las fracturas faciales. Estas fracturas pueden ser causadas por diversos mecanismos de trauma, como accidentes de tránsito, caídas, agresiones, deportes o mordeduras. El traumatismo facial puede afectar tanto a los tejidos blandos como a los huesos de la cara, provocando alteraciones funcionales y estéticas que requieren una atención oportuna y adecuada.

Las fracturas de mandíbula pueden afectar a diferentes zonas del hueso, como los cóndilos, el ángulo, el cuerpo, la sínfisis o el ramo. Según la clasificación de Le Fort, las fracturas mandibulares se dividen en tres tipos:

  • Tipo I: la fractura se extiende a través del alveolo dental del maxilar inferior.
  • Tipo II: la fractura se extiende desde el alveolo dental hasta el borde inferior de la mandíbula.
  • Tipo III: la fractura se extiende desde el alveolo dental hasta el borde superior de la mandíbula.

Los síntomas más comunes de las fracturas de mandíbula son el dolor, la hinchazón, la dificultad para abrir la boca, el cambio en la forma en que los dientes encajan entre sí y la presencia de sangre o saliva en la boca. En algunos casos, puede haber también deformidad facial, entumecimiento, infección o problemas respiratorios.

El diagnóstico de las fracturas de mandíbula se basa en la historia clínica, el examen físico y las pruebas de imagen. Las radiografías simples pueden mostrar la localización y el tipo de fractura, pero la tomografía computarizada (TC) ofrece una mejor visualización tridimensional del hueso y los tejidos blandos adyacentes.

El tratamiento de las fracturas de mandíbula depende de varios factores, como el grado de desplazamiento, la estabilidad oclusal, el estado general del paciente y las posibles lesiones asociadas. El objetivo del tratamiento es restaurar la función y la estética del maxilar inferior mediante la reducción y fijación de los fragmentos óseos.

Existen dos modalidades principales de tratamiento: el tratamiento conservador y el tratamiento quirúrgico. El tratamiento conservador consiste en mantener la mandíbula inmovilizada mediante vendajes o férulas intermaxilares que sujetan los dientes superiores e inferiores entre sí. Este método se utiliza para las fracturas no desplazadas o mínimamente desplazadas que no comprometen la oclusión ni la respiración. El tratamiento conservador requiere un seguimiento estricto y una dieta blanda durante varias semanas.

El tratamiento quirúrgico consiste en realizar una osteosíntesis con placas y tornillos metálicos que fijan los fragmentos óseos entre sí. Este método se utiliza para las fracturas desplazadas o conminutas que afectan a la oclusión o a la vía aérea. El tratamiento quirúrgico ofrece una mayor estabilidad y una recuperación más rápida que el tratamiento conservador. El tratamiento quirúrgico puede realizarse mediante una vía intraoral o extraoral, dependiendo de la localización y el acceso a la fractura.

Las complicaciones más frecuentes de las fracturas de mandíbula son la infección, el retraso en la consolidación ósea, la maloclusión, la limitación de la movilidad articular, el daño nervioso o vascular y la deformidad residual. Para prevenir estas complicaciones, es importante seguir las indicaciones del cirujano maxilofacial sobre el cuidado postoperatorio, que incluye el uso de antibióticos, analgésicos y antiinflamatorios, la higiene oral, la dieta blanda y el control periódico.

Conclusión

Las fracturas de mandíbula por traumatismo facial son lesiones frecuentes y graves que requieren una atención especializada y un tratamiento adecuado. El tratamiento puede ser conservador o quirúrgico, dependiendo de las características de la fractura y del paciente. El objetivo del tratamiento es restablecer la función y la estética del maxilar inferior, evitando las posibles complicaciones.

Fuentes de información:

: Traumatología máxilo facial: diagnóstico y tratamiento | Revista Médica Clínica Las Condes : Fracturas mandibulares y de la zona media de la cara - Traumatismos y envenenamientos - Manual MSD versión para público general : Fractura de mandíbula por trauma facial: incidencia, clasificación y tratamiento : Traumatismo facial - Wikipedia, la enciclopedia libre


10 may 2023

Cómo corregir tu sonrisa sin que nadie lo note: las ventajas de los frenillos invisibles

La ortodoncia es la especialidad odontológica que se encarga de corregir los problemas de posición y alineación de los dientes y las arcadas dentarias. El objetivo es mejorar la función masticatoria, la estética facial y la salud bucal en general.

Los frenillos o brackets son los dispositivos más utilizados en la ortodoncia para ejercer una presión controlada sobre los dientes y moverlos gradualmente hasta lograr una oclusión adecuada. Sin embargo, muchas personas se sienten incómodas o acomplejadas por el aspecto metálico y visible de los frenillos tradicionales, lo que puede afectar su autoestima y su calidad de vida.

Por suerte, la tecnología ha avanzado mucho en este campo y hoy en día existen alternativas más estéticas y discretas para corregir la sonrisa sin que nadie lo note. Se trata de los frenillos invisibles, que pueden ser de tres tipos principales:

  • Frenillos de cerámica: son similares a los de metal, pero tienen brackets del color de los dientes o transparentes, lo que los hace menos perceptibles. También pueden tener alambres del mismo tono o blancos para disimularlos aún más. Son una opción más económica que otras opciones invisibles, pero tienen algunas desventajas como el riesgo de mancharse con ciertos alimentos o bebidas, la mayor fragilidad de los brackets y la posible irritación de las encías.


  • Frenillos linguales: son brackets que se colocan en la cara interna de los dientes, por lo que quedan totalmente ocultos a la vista. Son una opción muy estética y eficaz para tratar casos complejos de maloclusión. Sin embargo, también tienen algunos inconvenientes como el mayor costo del tratamiento, la dificultad para hablar y limpiar los dientes al principio, el mayor tiempo de adaptación y la posible molestia en la lengua.


  • Alineadores transparentes: son férulas removibles hechas a medida que se cambian cada dos semanas aproximadamente para ir ajustando la posición de los dientes. Son muy cómodos, higiénicos y prácticamente imperceptibles. Además, permiten ver el resultado final antes de empezar el tratamiento gracias a un software especializado. No obstante, no son aptos para todos los casos, requieren una buena colaboración del paciente para llevarlos al menos 22 horas al día y tienen un costo elevado.

Los frenillos invisibles son una revolución en el campo de la ortodoncia, ya que ofrecen una solución estética y eficiente para mejorar la sonrisa sin renunciar a la comodidad y la confianza. Si quieres saber si eres candidato a alguno de estos tratamientos, consulta con un ortodoncista especializado que te hará un diagnóstico personalizado y te recomendará la mejor opción para tu caso.

Fuentes:
1: Ortodoncia (MedlinePlus) 2: Brackets: La revolución de la ortodoncia invisible (Clínicas Estéticas) 3: 3 tipos de frenillos invisibles (Clínicas Estéticas) 4: Frenillos Invisibles - Oral Center Dental 5: Frenillos Invisibles - Invisalign - Clínica dental Esan Vitacura – Clínica ESAN : Que son los frenillos invisibles - Clínica Dental Everest

13 ene 2023

Gaseosas, sodas o refrescos: Efectos en tu salud bucal


El consumo de gaseosas en América Latina ha aumentado significativamente en las últimas décadas. Esto se debe en gran medida a la creciente disponibilidad y accesibilidad de estos productos, así como a la intensa publicidad y marketing que promueve su consumo.

Sin embargo, el consumo excesivo de gaseosas también ha sido vinculado a problemas de salud, como la obesidad y la diabetes. Además, el alto contenido de azúcar y calorías en las gaseosas también ha sido criticado por su impacto negativo en la salud dental.

Es importante mencionar que algunos países de la región han tomado medidas para reducir el consumo de gaseosas, como imponer impuestos especiales o restricciones en la venta de estos productos en lugares como escuelas y hospitales.


Composición

Una gaseosa o bebida carbonatada está compuesta principalmente de agua, azúcar o edulcorantes artificiales, gas carbónico para darle su burbuja, sabor y color, y aditivos para mejorar su sabor y textura.

El agua es la base de la mayoría de las gaseosas, y es responsable de proporcionar la consistencia líquida de la bebida. El azúcar o los edulcorantes artificiales se utilizan para dar sabor dulce a la bebida. El gas carbónico es el que le da el efecto de burbuja y el sabor característico de las gaseosas. Los aditivos se utilizan para mejorar el sabor, la textura y la apariencia de la bebida.

Además de estos ingredientes básicos, algunas gaseosas pueden contener cafeína, vitamina C, conservantes y otros ingredientes. Sin embargo, la mayoría de las gaseosas contienen una gran cantidad de azúcar, lo que puede ser perjudicial para la salud si se consume en grandes cantidades.

Efecto de las gaseosas en la salud bucal

El consumo excesivo de gaseosas puede tener efectos negativos en la salud bucal. Algunos de los efectos más comunes incluyen:

  • Caries dental: El alto contenido de azúcar en las gaseosas puede aumentar el riesgo de caries dental. Cuando los dientes entran en contacto con azúcares, las bacterias en la boca producen ácidos que pueden disolver el esmalte de los dientes y causar caries.
  • Erosión dental: El ácido presente en las gaseosas puede disolver el esmalte de los dientes y causar erosión dental. El gas carbónico también puede contribuir a la erosión dental al aumentar el nivel de acidez en la boca.
  • Manchas en los dientes: El consumo excesivo de gaseosas puede causar manchas en los dientes debido a los colorantes y edulcorantes artificiales presentes en estas bebidas.
  • Problemas de sensibilidad dental: El ácido y el gas carbónico en las gaseosas pueden erosionar el esmalte de los dientes y exponer la dentina subyacente, lo que puede causar sensibilidad dental y dolor al masticar o al beber alimentos y bebidas frías o calientes.
  • Pérdida ósea: El ácido presente en las gaseosas puede provocar la pérdida del hueso alrededor de los dientes, lo que puede llevar a una mayor movilidad dental y pérdida de dientes a largo plazo.
  • Inflamación de las encías (gingivitis): El ácido y azúcar presentes en las gaseosas pueden aumentar el crecimiento de bacterias dañinas en la boca, lo que puede provocar inflamación y enrojecimiento de las encías.
  • Pérdida de hueso alrededor de los dientes (periodontitis): El ácido presente en las gaseosas puede provocar la pérdida del hueso alrededor de los dientes, lo que puede llevar a una mayor movilidad dental y pérdida de dientes a largo plazo.
  • Sangrado de las encías: El ácido y la acumulación de placa en las encías pueden causar inflamación y sangrado al cepillarse los dientes.

Máximo consumo de la gaseosa

No existe una recomendación específica sobre el consumo máximo de gaseosas para tener una buena salud bucal. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el consumo excesivo repercute en efectos negativos en la salud bucal.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se recomienda limitar el consumo de azúcares añadidos a menos del 10% del total de ingesta diaria de energía. El azúcar es uno de los principales componentes de las gaseosas, por lo que esta recomendación puede aplicarse también al consumo de gaseosas.

Además, es importante tener en cuenta que el consumo de gaseosas debe ser moderado, es recomendable optar por alternativas más saludables como el agua y los jugos naturales, y especialmente evitar beber gaseosas durante largos periodos de tiempo. Es importante seguir las recomendaciones de un dentista o un especialista en salud para saber cual es el consumo adecuado para ti.